domingo, 3 de octubre de 2010

Boca perdió sobre la hora con Lanús por un penal de Clemente (vio la roja) y se despidió del campeonato en la 9ª fecha: el equipo de Borghi, expulsado en el entretiempo, quedó a 12 puntos de Estudiantes. Blanco y Pelletieri, los goles.

Y llegó al subsuelo. Boca no resucitó. Boca ahogó su sueño utópico de pelear la punta. Boca peleó pero jugó poco. Boca atacó pero no hizo goles. Boca mejoró con respecto al pobre partido contra Estudiantes, pero se alejó de la punta con esta derrota ante Lanús. Boca no engrana y se hundió más aún...
El equipo de Borghi buscaba aferrarse a la ilusión de mantenerse en la discusión. Hacer sentir al resto que tuvieran cuidado con el grande, que no estaba dormido ni vegetando. Lanús le dio un sopapo rápidamente. No sólo porque le hizo un gol tempranero, cuando iban apenas siete minutos, sino porque Sebastián Blanco desnudó faltas conceptuales importantes. ¿Por qué? Porque no pueden como equipo dejar tan libre al mejor jugador rival. Tampoco hace falta que Borghi les explique que si Blanco es uno de los que va a hacer el córner, hay que estar atento y seguirlo. Apretarlo y no dejarlo patear con tanta libertad.
Boca no se rindió. Mostró la actitud que tantas veces se le pide y, con más empuje que fútbol, se acercó al empate. El 1-1 de Insaurralde fue resultado de tanta insistencia y no por una acción clara del juego del equipo.
Lanús perdió la pelota y el control. Fueron quince minutos del segundo tiempo (ya sin Borghi, expulsado por no regresar del entretiempo a los 15 minutos exactos) en los que Cañete le dio a Boca el volumen de juego perdido en los que el equipo mostró desborde por las bandas. Tuvo algunas chances pero no fueron claras-claras. Buenos remates desde afuera, pero tibio. De a poco, el Grana equiparó la historia en el medio, lo emparejó aunque daba la sensación de que Boca podía liquidarlo si Lanús no se aprovechaba de una contra. Un tiro libre de Caruzzo sobre el final cerraba la historia con la sensación de que podía haber sido del local. El tema es que en la última contra, Lanús salió rápido. Le hicieron tres vs. uno a Clemente (que debió ser expulsado antes por dos patadores) y la historia terminó en un penal -finito, pero penal- y la roja para el defensor de Boca.
No hay fútbol, no hay resultados, no hay paz. Boca sigue en el subsuelo y no da señales de poder salir. Y el escandalo sigue, el cabaret sigue.
Estudiantes sigue puntero y se coloca en la posicion del mejor equipo de la Argentina.

1 comentario:

  1. Amo que boca pierda, lo disfruto tanto, por eso publique esto chicasssssssssss un sobe:) ajajjaajajjajajaja

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